Retirarse con Ingresos Fijos: una Receta para el Fracaso

Confiar en ingresos fijos para la jubilación es insostenible debido a la inflación;
una estrategia diversificada con acciones es esencial para mantener
el poder adquisitivo y asegurar ingresos crecientes.
 

Poder retirarse de rentas o intereses es el sueño financiero de muchos. Es intuitivo, sencillo, y parece ser la solución ideal al gran problema de cómo financiar tus gastos cuando ya no estés trabajando.

Sin embargo, permítanme ser claro y directo: confiar exclusivamente en un portafolio de renta fija para el retiro es una receta segura para el fracaso. Nick Murray, un destacado autor y asesor financiero, ha sido un ferviente crítico de esta estrategia: “Recibir un ingreso fijo en un mundo de costos crecientes es una muerte en cuotas” (“Taking a fixed-income into a rising cost world is death on the installment plan”). Es vital que entendamos sus razones.

 

El Mito de la Seguridad

La renta fija es popular en Uruguay, Argentina y Brasil por su aparente estabilidad y seguridad. Pero esta percepción de seguridad es un poco engañosa. La realidad es que los bonos y otros instrumentos de renta fija están sujetos a riesgos significativos, como la inflación y las tasas de interés.

Si bien pueden proporcionar ingresos regulares, estos ingresos son fijos y no se ajustan con la inflación. Con el tiempo, el poder adquisitivo de estos ingresos disminuye, erosionando su capacidad para mantener tu nivel de vida.

Agravando el problema, como los inversores en etapa de retiro suelen consumir todo el retorno recibido en formato de intereses, no queda un retorno sobrante que permita una apreciación del capital. Por lo tanto, el capital también perderá poder de compra año tras año.

 

La Erosión del Poder Adquisitivo

La inflación es el enemigo silencioso de la renta fija. A lo largo del tiempo, incluso una inflación moderada puede devastar el valor real de los ingresos fijos. Imaginemos una inflación anual del 3%. En 20 años, el poder adquisitivo de tu ingreso fijo habrá disminuido en casi un 50%. Es decir, lo que hoy puede cubrir cómodamente tu estilo de vida, en dos décadas apenas podrá cubrir la mitad de esos gastos.

Con el retiro promedio de una pareja de 60 a 65 años pudiendo alcanzar e incluso superar los 30 años de duración, esto es un gran problema.

 

La Falacia de la Estabilidad

Muchos inversores asumen que la renta fija es sinónimo de estabilidad. Sin embargo, la estabilidad nominal, o, dicho de otro modo, cuántas unidades de moneda posees, no equivale a la estabilidad real, definida como el poder de compra de tu dinero a lo largo del tiempo. Esta falacia surge porque la mayoría confunde el concepto de dinero (poder de compra de tu capital) con el concepto de moneda (cantidad de unidades de papel en la que está expresado ese capital). En este sentido, compartimos la visión de Murray de que el poder de compra es lo único que importa.

Además, los bonos son sensibles a las tasas de interés. Este riesgo se mitiga en parte si compramos bonos cuyo vencimiento es menor o igual al momento en el que precisemos utilizar esa cantidad de moneda. Sin embargo, el riesgo de reinvertir en nuevos bonos a tasas más bajas no lo podemos mitigar.

Para poner un ejemplo, quien se retira hoy puede disfrutar de tasas de interés bastante altas, en comparación a años anteriores. Quizá el ingreso que reciba supere sus gastos y logre ahorrar una parte de los intereses. Sin embargo, ¿qué pasaría si las tasas de interés bajaran gradualmente del 5% actual a 3%? Es probable que a ese nuevo nivel de tasas de interés el ingreso que reciba sea insuficiente y se vea forzado a comenzar a consumir parte de su capital. Este es el inicio de la “espiral de la muerte” en lo que respecta a un plan de retiro. A menos que esa persona ajuste seriamente sus gastos, se quedará sin dinero si tiene la “mala suerte” de vivir muchos años y tener un retiro prolongado.

Veamos un ejemplo gráfico del caso. El mismo muestra la proyección financiera del retiro de una pareja de 60 años que se retira con un ingreso mensual por intereses de USD 5.000, el cual supera cómodamente su gasto mensual de USD 4.000. Sin embargo, suponiendo una inflación del 3% anual en dólares, tan pronto como a sus 68 años su costo de vida igualará los intereses mensuales. El problema empeora de forma exponencial, tanto que para el final de su retiro su costo de vida será de prácticamente USD 10.000, el doble que su ingreso por intereses.

 

 

La Necesidad de Crecimiento

Nick Murray argumenta que el verdadero objetivo de un plan de retiro debe ser generar ingresos que crezcan con el tiempo. Esto solo se puede lograr con una asignación significativa en acciones. Las acciones históricamente han superado a la inflación, proporcionando no solo crecimiento de capital sino también un flujo de ingresos creciente a través de dividendos. Sí, las acciones pueden ser volátiles a corto plazo, pero a largo plazo han demostrado ser la mejor protección contra la erosión inflacionaria y la mejor fuente de ingresos sostenibles.

 

La Diversificación Inteligente

Esto no significa que debamos descartar completamente la renta fija. La clave está en la utilización inteligente de estos dos componentes. Un portafolio bien diversificado que combine acciones y bonos puede proporcionar la estabilidad necesaria para soportar las turbulencias de corto plazo del mercado y al mismo tiempo el crecimiento necesario para mantener su poder adquisitivo a lo largo del tiempo.

 

Conclusión

En resumen, planificar tu retiro con un ingreso fijo producto de un portafolio de renta fija es una estrategia destinada al fracaso. La inflación, la volatilidad de las tasas de interés y la falta de crecimiento real son riesgos que no se pueden ignorar. En su lugar, recomendamos considerar una estrategia diversificada que incluya una porción significativa de acciones para asegurar que tus ingresos no solo sean sostenibles sino también crecientes a lo largo del tiempo.

En un mundo donde la inflación es una constante y la longevidad es cada vez mayor, esta es la única manera de garantizar un retiro seguro y cómodo, así como un legado importante para la próxima generación.

 

Rodrigo Cancela, CFA