¿Conviene ser táctico con el portafolio de inversión?

La falacia de la táctica en el portafolio de inversión: Por qué lo simple supera a lo táctico

Al momento de armar un portafolio de inversión, una de las cosas más importantes a definir y que podemos controlar es la asignación de activos. Esto, en esencia, implica definir qué porcentaje del portafolio se destinará a cada una de las distintas clases de activos disponibles. Las dos más importantes son las acciones y los bonos.

La siguiente definición que debemos tomar es si mantendrá esta asignación de forma estática durante el tiempo, o en cambio, si será táctico con la misma, distanciándose de esta asignación en el corto plazo a modo de beneficiarse del análisis de la economía, el mercado o la evolución de los precios. Un ejemplo puede ser reducir la exposición a acciones, un activo más riesgoso, en momentos turbulentos, como por ejemplo los que estamos viviendo ahora debido al conflicto en Ucrania.

La idea de poder ser inteligente y aprovechar las oportunidades que las distintas clases de activos ofrecen en el tiempo parece ser demasiado buena para dejar pasar. Mejor aún si podemos contar con un gestor profesional que haga este trabajo por nosotros.

Una idea prometedora que no ha cumplido

Sin embargo, al evaluar aquellos fondos de inversión que siguen esta metodología, siendo tácticos y variando su exposición a los distintos tipos de activos a lo largo del tiempo, nos encontramos con que su rendimiento ha decepcionado.

Una de las comparaciones más recientes la podemos encontrar en un artículo publicado por Morningstar en septiembre de 2021. En el estudio, se agrupó el rendimiento de todos los fondos tácticos y se comparó contra el de aquellos fondos que siguen un enfoque más estático y tienen entre un 50% a 70% de exposición a acciones. Los fondos más estáticos, que no trataron de explotar las oportunidades entre clases de activos, superaron ampliamente el promedio de los fondos tácticos por un gran margen en todas las franjas de tiempo. La diferencia en los últimos 10 años fue de 3,03% anual, un número que la autora considera infravalorado ya que el estudio no tuvo en cuenta la gran cantidad de fondos tácticos que fueron terminados durante el período. Al incluirlos, la diferencia sube al 3,93% anual.

Las conclusiones de este artículo son respaldadas por un estudio académico titulado “Is Tactical Allocation a Winning Strategy?”. Los autores del mismo determinaron una diferencia similar para el período durante enero 1994 a octubre 2016 entre el rendimiento de fondos tácticos y un benchmark utilizando índices de mercado. Lo más llamativo es que los fondos tácticos rentaron por debajo del índice de bonos Barclays Aggregate Bond Index, una inversión con un riesgo considerablemente menor.

¿Por qué no funcionan?

Una de las razones de esta diferencia en rendimiento tiene que ver con los costos. Estos fondos tienen un costo de gestión promedio más elevado que el promedio, lo que perjudica directamente su resultado. De hecho, el costo es uno de los mejores factores que podemos utilizar para determinar el desempeño de un fondo en el futuro, siendo un predictor mucho más acertado que el rendimiento histórico.

Además, estos fondos tienden a rotar sus inversiones mucho más rápido que aquellos que emplean una estrategia más estática. Es evidente que ser táctico va de la mano con la necesidad de comprar y vender posiciones de forma más recurrente. El costo incurrido en esta operativa, aunque usualmente no figure en los costos de gestión publicados, no es menor y por lo tanto también afecta negativamente el rendimiento. De hecho, el estudio académico mencionado anteriormente cuantificó esta rotación en un 289% anual, indicando que estos fondos cambian todas su cartera un promedio de 3 veces al año.

Invertir en base a predicciones

Predecir qué hará el mercado, especialmente en el corto plazo, es muy difícil. Estos fondos en esencia están tratando de hacer justamente eso. Hacerlo de forma consistente es prácticamente imposible.

Otro estudio académico titulado “Static Indexing Beats Tactical Asset Allocation” refuerza los hallazgos anteriores. En el mismo se comparó el rendimiento de portafolios compuestos por fondos tácticos contra portafolios similares compuestos por fondos indexados. El estudio calculó un underperformance de entre 1,8% a 5,2% anual, una cifra muy superior a los elevados costos de gestión de la estrategia, por lo que no toda la diferencia se explica por los mismos.

La evidencia muestra que tratar de anticiparnos al mercado o continuamente modificar el portafolio para buscar las mejores oportunidades en cada clase de activos no suele poner las chances en nuestro favor. De hecho, ¿cuál es realmente la probabilidad de hacerlo mejor que los profesionales que lo intentan, los cuales en su mayoría fracasan?

Lo simple no es enemigo de lo bueno

En inversión, lo simple no es enemigo de lo bueno. Las estrategias que no intentan cambiar su asignación de activos han sido exitosas. En cuanto a los fondos tácticos, la evidencia indica que no han funcionado como prometían. Se trata de un producto de inversión diseñado para ser vendido por las gestoras de fondos, pero no para ser comprado. Evitar estos fondos y tratar de ser táctico por tu cuenta tampoco parece ser el camino más sensato.

Como inversores individuales, la lección que podemos llevarnos de todo esto, es que estaremos mucho mejor servidos si elegimos una asignación de activos adecuada para nuestra situación personal, objetivos y tolerancia y capacidad de asumir riesgo, y luego la mantenemos en el tiempo.

 

Rodrigo Cancela, CFA

 

1 – https://www.evidenceinvestor.com/tactical-allocation-vs-static-indexing-which-one-wins/

2 – https://www.morningstar.co.uk/uk/news/149421/how-fund-fees-are-the-best-predictor-of-returns.aspx