Cuidado con la brecha del inversor

La Brecha del Inversor: Por qué los Retornos del Fondo no son los Retornos del Inversor

Es fácil suponer que, al evaluar el retorno de un fondo de inversión, el inversor promedio en el fondo obtiene exactamente el retorno que este reporta. Parece una conclusión lógica. Sin embargo, esto no sucede así.

De hecho, los retornos finalmente disfrutados por los inversores suelen ser bastante menores que el retorno reportado por el fondo.

¿Hay un error en el cálculo?

No, el fondo no está calculando los retornos incorrectamente. De hecho, el cálculo y presentación del rendimiento de los fondos de inversión públicos deben cumplir con muchas regulaciones y controles. Los mismos, por lo tanto, son certeros, y podemos confiar en ellos.

La explicación a este fenómeno comienza respondiendo primero otra pregunta

¿Cómo se calculan los retornos?

Hay varias formas de hacerlo, pero dos de ellas son las más utilizadas. Tenemos por un lado la rentabilidad ponderada por tiempo (“time-weighted return” como se la conoce en inglés) y por otro lado la rentabilidad ponderada por dinero (“dollar-weighted return”).

La primera de ellas es la calculada por los fondos de inversión, y asume que se invirtió un monto de dinero al inicio y que luego no se agregó o rescató dinero del fondo.

Sin embargo, como inversores nos importa más la segunda, ya que toma en cuenta la cantidad de dinero invertido en cada momento.

La forma de cálculo de las mismas excede este artículo. Sin embargo, lo importante es entender la idea general detrás de ellas.

Veamos un ejemplo

Supongamos que invertimos USD 100.000 en un fondo que sigue el S&P 500 y ese mismo año cae un 10%. La inversión, por lo tanto, pasa a valer USD 90.000. Decepcionados con el rendimiento, rescatamos USD 20.000, dejando USD 70.000 en el fondo. El siguiente año el fondo obtiene un rendimiento del 30% y nuestra inversión pasa a valer USD 91.000.

¿Cuál fue entonces el rendimiento del período?

El fondo reportará que el retorno anualizado fue de 8,17%, usando el método ponderado por tiempo. El inversor, sin embargo, al retirar dinero del fondo justo antes de que tuviera la suba del 30%, habrá experimentado un retorno del 5,92%, utilizando el segundo método.

La brecha, en este caso, fue de 2,25%. Esta es la famosa brecha del inversor, y más allá de que el ejemplo parece obvio, en la práctica las mismas fuerzas están en juego.

La causa de la brecha

Es conocido que los inversores suelen perseguir los fondos con mejores rendimientos, poniendo más dinero en aquellos que hayan experimentado años de buenos retornos, y rescatando dinero de aquellos con malos retornos. El inversor promedio extrapola el pasado reciente, suponiendo que la tendencia seguirá.

Sin embargo, los datos sobre la brecha del inversor nos muestran que para obtener un mejor retorno debemos hacer exactamente lo contrario. Sin embargo, esto no es sencillo. Simplemente estamos cableados de otra manera, y actuar diferente conlleva un esfuerzo consciente.

Por lo tanto, la mayoría de los inversores sigue su instinto e invierte dinero en aquellos activos o fondos con grandes retornos recientes, justo antes de que los mismos dejen de funcionar. El más claro ejemplo reciente lo podemos ver con una de las gestoras estrella de los últimos años.

Cathie Wood

Si no conocés a Cathie Wood, se trata de la famosa gestora detrás de los populares fondos de Ark Capital. Su estrategia se basa en encontrar e invertir en las empresas que liderarán las próximas revoluciones tecnológicas. Por ejemplo, Tesla y Zoom son sus dos principales tenencias en el más popular de sus fondos, Ark Innovation ETF. Dicho fondo alcanzó los 27.900 millones de dólares en febrero del año pasado, transformándose así en un gigante de la industria.

Su popularidad es fácil de entender si analizamos los espectaculares rendimientos que su fondo estrella ostento entre los años 2017-2020. En 2017 el fondo ganó 87,34%, en 2018 3,52%, en 2019 subió 35,08% y en 2020 explotó en popularidad con su suba del 152,82%. Desde sus inicios en 2014, el retorno anualizado ha sido del 29,66%, algo muy fuera de lo común.

Con estos retornos es difícil imaginar que el inversor promedio en el fondo no esté saltando de alegría, pero la realidad está muy alejada de esto.

La brecha en acción

En 2021, el mercado dejó de favorecer a las empresas de alto crecimiento y de valuaciones elevadas, como en las que invierte el fondo. De esta forma, el retorno del fondo fue de -23,56% el año pasado, mientras que el S&P 500 subió 28,71%. Una diferencia de 52,27%.

Como suele suceder, luego del gran retorno que tuvo el fondo en 2020, llegó la avalancha de capital de inversores buscando participar de la suba. La mayor parte del dinero que ingresó al fondo lo hizo en los últimos meses del 2020 y comienzos del 2021, perdiéndose la mayor parte de la acción e ingresando justo antes de que la suerte del fondo cambiara.

Según los cálculos de Morningstar1, a fin de noviembre del año pasado el retorno anualizado del fondo en sus últimos 5 años fue de 41,3%, mientras que el retorno del inversor promedio en el fondo fue de solamente 9,9%, quedando incluso por detrás del mercado en un 8% por año.

Este fue sin duda un ejemplo extremo de una de las brechas más grandes registradas en los últimos años. Sin embargo, según cálculos de Morningstar, la brecha estuvo presente en la gran mayoría de inversores de acuerdo a su estudio “Mind the Gap”. En promedio los retornos de los inversores en los últimos 10 años estuvieron un 1,7% anual por detrás del retorno reportado por los fondos, debido a compras y ventas en momentos inoportunos.

 

Rodrigo Cancela, CFA

 

https://www.morningstar.com/articles/1071658/arkk-an-object-lesson-in-how-not-to-invest