Cuanto puedo retirar de mi portafolio de inversión

Planificando tu Futuro Financiero: Estrategias para Retirar de tu Portafolio de Inversión de Forma Segura

Imaginemos la siguiente situación: con consistencia, dedicación y paciencia, a lo largo de muchos años, lograste acumular un capital financiero considerable. Te encontrás ahora en una etapa de tu vida en la que querés disfrutar de lo que generaste. Quizá quieras reducir el tiempo que le dedicas a tu trabajo, o bien, retirarte completamente para disfrutar de otros proyectos personales.

Sea cual sea tu situación única, una cosa es cierta. Si tu ingreso va a depender, de forma parcial o total, de los retiros que realices de tu portafolio de inversión, es de suma importancia que te asegures de lo siguiente:

  • A) Que puedas realizar los retiros durante toda tu vida.
  • B) Que los retiros no tengan mucha variación de año a año.
  • C) Que los mismos aumenten a lo largo de los años para que no pierdas poder de compra.

El problema más difícil de las finanzas

Los académicos le llaman a esta etapa de la vida el período de “desacumulación”, en contraste con la etapa de “acumulación” que la antecede. Tecnicismos de lado, William Sharpe, premio Nobel de economía, llamó a esta etapa el “problema más desagradable y difícil de las finanzas”. ¿Su razón? Cualquier plan de retiro está sujeto a tres variables que no podemos conocer de antemano:

  1. Cuál será la tasa de inflación
  2. Cuál será el retorno de tus inversiones
  3. Y, la más importante, cuántos años vas a vivir

Dada la importancia de cumplir con los puntos A), B) y C), y las dificultades a las que nos enfrentamos en los puntos anteriores, ¿es acaso posible planificar un retiro con un alto grado de probabilidad de éxito?

Afortunadamente, la investigación académica nos permite responder que sí.

La “regla” del 4%

El primer estudio al respecto data de 1994, cuando el planificador financiero William Bengen determinó que la tasa de retiro inicial segura para un inversor cuyo portafolio se componía en un 50% de acciones americanas y un 50% de bonos americanos, fue del 4,1% para períodos de 30 años. En otras palabras, un inversor utilizando dicho portafolio, que comenzó retirando un 4,1% de su portafolio en el primer año y luego ajustó anualmente ese retiro de acuerdo con la inflación americana, nunca llegó a agotar su portafolio en 30 años, incluso en el peor de los períodos.

Este estudio rápidamente se volvió uno de los más populares en el ámbito de la planificación financiera, abriendo la puerta a la investigación sobre las tasas seguras de retiro y arrojando una regla sencilla con la que las personas podían diseñar su plan de retiro.

Por supuesto que, como primer estudio al respecto, tenía sus falencias. Las más llamativas eran que sólo utilizaba activos americanos (posteriores inclusiones de otros activos elevaron la tasa segura de retiro al 4,5%) y que, al definir el retiro en base al peor período histórico, se establecía una tasa de retiro demasiado conservadora para la gran mayoría de períodos de tiempo. Esto, en otras palabras, significa que, de haber aplicado esta regla, en la mayoría de los casos hubieses llegado al final de tu vida con un capital financiero mucho más grande que con el que empezaste, desaprovechando así la posibilidad de disfrutar de ese capital en vida.

Aceptando cierta variabilidad en los retiros

Con el avance en la investigación, se concluyó que utilizar un punto intermedio, definiendo un retiro inicial y ajustándolo sí y sólo sí el portafolio aumenta o disminuye más allá de determinados parámetros, logra una mejor tasa de retiro inicial, una mayor probabilidad de éxito y un mayor consumo a lo largo del retiro.

Este enfoque no tiene solamente un respaldo empírico, sino que también es de sentido común. ¿O acaso parece lógico no adaptar los retiros del portafolio, aunque sea ligeramente, en función de cómo se va desempeñando el portafolio?

En Nantas creemos que la metodología desarrollada por Guyton y Klinger (2006) es la estrategia de retiro óptima y es la que recomendamos en la mayoría de los casos. La misma comienza por definir una tasa de retiro inicial, determinando así el monto a retirar el primer año. Luego el retiro se gestiona y actualiza cada año en base a ciertas reglas relacionadas al orden en que se liquidan los activos del portafolio, a la tasa de inflación y el desempeño del portafolio.

En resumidas cuentas, el retiro se ajusta por inflación la mayoría de los años, y, en ciertos años, el retiro se disminuye, o, con mayor frecuencia, se aumenta un 10%, para acompasar los retiros con la trayectoria del portafolio.

Tasas de retiro seguras

Luego de este recorrido estamos en condiciones de responder la pregunta, ¿cuánto puedo retirar, entonces, de mi portafolio de inversión?

Utilizando la metodología anterior, la tasa de retiro inicial segura para períodos de 30 años, asumiendo un portafolio invertido globalmente, con un 80% en acciones y 20% en renta fija, es de 5,4%. La misma tiene un grado de confiabilidad estadística muy alta del 99%.

Utilizando la tasa inicial del 5,4% y aplicando esta metodología, en promedio, el retiro en el año 30 fue un 19% mayor en términos reales (ajustado por inflación) que en el año 1. Asimismo, el valor promedio de los retiros a lo largo de los 30 años fue un 7% mayor que el retiro del primer año, también en términos reales. Se concluye entonces que esta es una tasa segura, capaz de mantener el poder de compra de los retiros para períodos de 30 años.

El impacto de los costos en la tasa de retiro

Como último paso, debemos considerar el efecto que nuestros honorarios y demás costos tienen en la tasa de retiro. Es un error suponer que un costo total de 1% reduce la tasa de retiro inicial en 1%. Kitces (2010) explica como para portafolios balanceados, cada incremento de 100 puntos básicos en los costos genera una reducción del 40% de esos costos en la tasa de retiro segura. En otro estudio (Pye 2001) se llega a un valor similar del 50%. Por lo tanto, podemos utilizar como promedio un 45%.

Por lo tanto, asumiendo costos del 1% anual, concluimos que la tasa de retiro inicial segura a utilizar es de 4,95%. En aras de mantener la simplicidad y ser conservadores de cara a retornos futuros que puedan ser ligeramente menores a los históricos, fijamos la tasa de retiro inicial en 4,8% para la mayoría de nuestros clientes cuyo foco es disfrutar de su capital en el retiro, aceptando la posibilidad de que su capital no crezca al mismo ritmo que la inflación. Por lo tanto, utilizando esta tasa, cada USD 100.000 de capital permite un ingreso anual de USD 4.800, equivalente a un ingreso mensual de USD 400.

No hay una receta única

Aunque es cierto que esta tasa de retiro inicial del 4,8% es nuestro punto de partida, la tasa de retiro ideal depende de la situación de cada cliente y sus objetivos personales. Por ejemplo, para clientes que estén más ajustados de capital y necesiten una tasa de retiro mayor, aceptando la posibilidad de consumir parte de su capital, podemos elevar la tasa de retiro al 5,5% para períodos de 30 años manteniendo un gran margen de seguridad.

Para aquellos que ven su capital como un activo intergeneracional y desean que el mismo no pierda poder de compra para la siguiente generación, una tasa de retiro más conservador, de entre 3,5% a 4,0%, estará más en línea con sus objetivos.

Y, por supuesto, si el horizonte para el que estamos planificando los retiros difiere de 30 años, las tasas de retiro seguras también son diferentes. Para horizontes de 20 o 15 años es posible utilizar tasas de retiro mayores.

En Conclusión

Determinar cuánto retirar de un portafolio de inversión de forma segura es crucial para asegurar un retiro financiero estable y sostenible. Aunque no existe una receta única, la investigación académica nos ofrece herramientas valiosas para abordar este desafío. La metodología de tasas de retiro dinámicas que favorecemos en Nantas, como la propuesta por Guyton y Klinger, permite ajustar los retiros según el desempeño del portafolio, la inflación y otros factores, maximizando así la probabilidad de éxito a lo largo del retiro.

Para períodos de 30 años, una tasa inicial segura podría situarse en torno al 4,8%, considerando factores como la diversificación del portafolio y los costos asociados. Sin embargo, es fundamental adaptar estas cifras a las necesidades individuales de cada persona, sus objetivos financieros y su tolerancia al riesgo. En última instancia, la planificación del retiro es un proceso personalizado que requiere atención a las circunstancias únicas de cada individuo.

 

Rodrigo Cancela, CFA