Uruguay tiene un régimen impositivo que aplica el criterio de la fuente. Esto significa que el estado grava la actividad económica que ocurre dentro de sus fronteras, a diferencia de los países que aplican el criterio de la residencia, como Argentina, que gravan el ingreso mundial de sus ciudadanos. Como uruguayos, nuestras inversiones financieras están comprendidas por el IRPF Categoría I así como por el impuesto al patrimonio.

Uno podría asumir, por lo tanto, que las inversiones financieras en el exterior no están gravadas mientras que las locales sí lo están. Sin embargo, esto no es así, ya que existen ciertas excepciones en el IRPF que extienden los gravámenes hacia inversiones de capital en el exterior.

Este artículo no debe ser tomado como asesoramiento fiscal. En caso de que requieras asesoramiento, sugerimos que consultes con un profesional impositivo sobre tu situación particular, al cual te podemos referenciar. Habiendo hecho esta aclaración, veamos entonces, tanto para inversiones financieras locales como en el exterior, cuáles son los impuestos aplicables para residentes fiscales uruguayos.

Inversiones financieras en Uruguay

Si tenés inversiones financieras domiciliadas en Uruguay, tus rentas y ganancias están gravadas a un 12%.

Ciertas rentas, sin embargo, están gravadas a una tasa preferencial del 7%, como por ejemplo los intereses obtenidos por depósitos a plazo en moneda nacional. También tienen preferencia las rentas obtenidas de fideicomisos financieros y obligaciones y otros títulos de deuda locales que coticen en la bolsa local y tengan más de tres años de vencimiento. Los dividendos recibidos de empresas locales contribuyentes de IRAE también entran en esta categoría siempre y cuando no hayan sido generados por rentas pasivas pagadas por entidades del exterior.

Por último, hay ciertas rentas financieras que están exentas. Entre ellas se encuentran las generadas por deuda pública emitida por el Estado (por ejemplo, bonos uruguayos o letras de regulación monetaria), así como también los rendimientos que obtengas en tu AFAP. Otra excepción es la ganancia obtenida por reajustes para aquellos valores, depósitos y créditos, que por ejemplo están denominados en unidades indexadas.

A su vez, para aquellos uruguayos con mayor capital, hay que considerar el impuesto al patrimonio. Se trata de un impuesto a la riqueza, el cual se calcula sobre el patrimonio situado en Uruguay y valuado según normas fiscales. Actualmente este impuesto es del 0,10% por año para personas físicas sobre lo que exceda el mínimo no imponible (que para el 2021 fue de $ 5.303.000, aproximadamente USD 130.000) para la primera franja, y 0,4% por encima de lo que supere esa primera franja (por encima de $ 10.606.000, aproximadamente USD 260.000).