Planificando tu Futuro Financiero: La Clave para Afrontar los Desafíos de la Jubilación en Uruguay
Año a año, nuestra expectativa de vida está aumentando en todo el mundo. Uruguay no es la excepción. Según datos del Banco Mundial, en el 2019 la esperanza de vida en Uruguay fue de 77,9 años. En el 1990, una generación anterior, la misma fue de 72,6 años, mientras que, en el 1960, fue de 67,8 años1. Esto quiere decir que, en Uruguay, cada generación está viviendo 5 años más, en promedio, que la anterior.
Sin embargo, este cambio demográfico tiene una contracara. Nuestro sistema de retiro está pensado para una población que, al jubilarse a los 60 años, se esperaba que viviera unos 10 años más en promedio. El sistema simplemente se vuelve insostenible si con cada año que pasa los jubilados reciben beneficios por un período más largo de tiempo, y acentuando el problema, va disminuyendo la cantidad de trabajadores activos por cada jubilado.
Los efectos se están empezando a sentir, con episodios como el que está sucediendo en la Caja de Profesionales, o con un BPS que necesita ingresos adicionales del Estado para poder funcionar. La expectativa es que los problemas empeoren con los años. Mantener el sistema en funcionamiento implicará reducir los beneficios y/o aumentar la edad jubilatoria.
¿Podemos hacer algo para prepararnos?
Es cierto que lo anterior no son buenas noticias para quienes se van a jubilar en 10 o 15 años, y mucho menos para quienes aún tienen 30 años laborales por delante. Sin embargo, la solución está al alcance de todos, y depende de cada uno.
La solución se basa en dos pilares, necesitamos ahorrar una parte de nuestros ingresos mientras estemos trabajando, y, en segundo lugar, necesitamos invertirlos para hacerlos crecer en el tiempo. Sí, esto implica gastar un poco menos hoy, y también implica entender cómo invertir el dinero de forma segura. Pero de hacerlo, nuestro futuro financiero no va a depender del estado ni de un sistema jubilatorio frágil, sino que dependerá de nosotros mismos.
Veamos un ejemplo de cómo podemos hacerlo funcionar
Nicolás y Camila son una pareja joven, ambos de 30 años de edad y profesionales universitarios. Nicolás aporta a la Caja de Profesionales y Camila al BPS/Afap, y saben que lo que van a recibir de estas instituciones no les será suficiente, por lo que deciden comenzar a ahorrar.
Entre ambos, tienen un sueldo líquido mensual de USD 4.000, y haciendo un esfuerzo, logran guardar un 15% de su ingreso total. Esto es el equivalente a ahorrar el aguinaldo, el salario vacacional y un 3% del sueldo mensual. Supongamos que la inflación en dólares será de 2,5% y que su ingreso va a crecer al mismo ritmo.
De mantener este nivel de ahorro, la pareja logrará ahorrar un total de USD 377.294 en 30 años, y USD 469.986 en 35 años, para sus 60 y 65 años respectivamente.
Es aquí donde nos damos cuenta de que, si la pareja sólo ahorra, pero no invierte este dinero, el ahorro no les será suficiente. Por ejemplo, si dejan de trabajar a los 65 años, y quieren que lo acumulado les dure por 30 años, van a poder usar USD 1.305 dólares por mes. Este monto en realidad es menor si lo llevamos a su valor presente, descontando la inflación. Representaría sólo USD 550 dólares actuales. Claramente no les va a alcanzar.
Necesitamos invertir
Continuemos ahora con el mismo ejemplo, pero con la diferencia de que la pareja decide invertir el dinero. Comienzan a trabajar con un asesor, quien les ayuda a armar un portafolio de inversión de crecimiento, por el que esperan recibir a largo plazo una rentabilidad del 6%. El portafolio está bien diversificado, en miles de activos diferentes, y tiene bajos costos e impuestos asociados. Por lo tanto, crecerá de forma segura y eficiente.
Al invertir, Camila y Nicolás van a ahorrar la misma cantidad de dinero, pero van a llegar a montos muy diferentes. Suponiendo obtienen una rentabilidad anual del 6%, en 30 años lograrán tener USD 922.864 y en 35 años llegarán a USD 1.339.203.
Si deciden dejar de trabajar a los 65 años, van a poder usar USD 3.720 por mes por los próximos 30 años. Esto representa USD 1.567 por mes a valores actuales si descontamos la inflación.
A este ingreso adicional hay que sumarle lo que recibirán por la Caja de Profesionales y el BPS/Afap. Es muy difícil calcular con 30 años de anticipación este importe, por lo que asumiremos un porcentaje del 50% de su ingreso actual, equivalente a USD 2.000.
Con estas fuentes de ingreso estamos cerca de cubrir el ingreso actual de la pareja. Sin embargo, aún queda un factor que considerar.
Pueden continuar invirtiendo
Dejar de invertir una vez la pareja ya no esté trabajando no sería la mejor idea. Aún tienen muchos años por delante. Además, si no invierten lo que acumularon hasta ahora, el dinero que retiran año a año de sus ahorros perderá valor con la inflación.
Si deciden invertirlo, no solamente van a poder aumentar sus retiros mensuales con la inflación, sino que también podrán retirar más desde un principio, y es muy probable que puedan dejar un porcentaje importante del capital a sus futuros herederos, si es que lo desean.
De continuar invirtiendo, podrían aumentar su ingreso generado del capital a USD 4.464 mensuales (utilizando una tasa de retiro del 4%), y luego aumentarlo año a año por la inflación. Esto equivale a USD 1.881 mensuales a valores actuales, si descontamos la inflación.
Sumando este importe a los USD 2.000 que calculamos por el sistema jubilatorio, la pareja lograría un ingreso mensual estimado de USD 3.881, a valores actuales, una vez dejen de trabajar.
Concluyendo
En estos números vimos cómo puede una pareja joven planificar su futuro financiero para no depender exclusivamente del sistema jubilatorio. Implica ahorrar una parte de su ingreso, así como invertir ese ahorro.
En este ejemplo, si la pareja logra ahorrar un 15% de su ingreso, estaría encaminada a generar un capital que le dará una fuente de ingreso adicional en el futuro. Combinando este ingreso con lo que recibiría del sistema jubilatorio, estaría cubriendo un 97% de su ingreso mensual actual.
Con este ingreso, podrán continuar disfrutando del mismo nivel de vida cuando ya no estén trabajando. También, tendrán la tranquilidad de que no dependen únicamente del sistema jubilatorio del país, y estarán en una situación mucho más sólida que aquellas personas que no ahorraron ni invirtieron a lo largo de su vida.
Nuestra jubilación es un problema que tiene solución, y depende de cada uno de nosotros.
Rodrigo Cancela, CFA
1. https://datos.bancomundial.org/indicator/SP.DYN.LE00.IN?locations=UY
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